Hola a todos, soy
el Dr. B, y sí, estáis como siempre, en Jalar en el Vallés. Os escribo después
de un año ya para presentaros un nuevo restaurante. Por eso, antes de nada, mis
disculpas por haber tenido tan abandonado este vuestro blog.
Como os decía,
vuelvo a él para presentaros lo que para mí ha sido una revelación en el panorama
culinario del Vallés: el Restaurante Kote, de Sabadell. Situado en lo más
céntrico de la ciudad es un restaurante especializado, como no podía ser de
otro modo, en verdadera cocina japonesa. Y recalco verdadera porque, para los
que hemos tenido la suerte de estar esos lugares, en general es complicado encontrar
aquí los sabores propios de aquellas lejanas tierras. A veces se consigue, es
cierto, pero normalmente es un camino con pocas victorias y demasiadas
derrotas. Japón es algo más que sushi, como muchos ya sabéis. Aquí os dejo unas
fotos, para que veáis con más detalle:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr5su_5xvxdszLgrvK8hjPXVVmEB9ZQl2j1i6nn-J1uhJXqHgkmgDNwOtauDvk7JZFTw80qFdf92DRtlq_GXXs1D3LI-POTcgt-3X7_9yLMl1fJew10b2wSL-uuqNa1HNa-75g2hkclEHV/s1600/IMAG2192.jpg) |
Yaki edamame |
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidP3yuQau1uiU7plSmtRejN-Fie09LW26DEnq-vbjN2NglEz4SL6dodod3tIVYDOKjqFCgcStWZVBNr3QJfV6NYd2ILSlrXmlD3re5qS3XZpYFQxoHDQZoIO1v-EVw8njQ-HwCpw4YZjLs/s1600/IMAG2194.jpg) |
Okonomiyaki al estilo Hiroshima |
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ5sk5zmJJVs28qGNYpZrZe7gxsJxQFey4y7DcpwUPLhPMT-NA7tClklgh-h8HY54XffFB24s8UOsaK1dL_4U6sCbMTTiQCFZjyg1q43csggtKYCwwaAAS5JjyP8v9PaR88z5KskjtqXob/s1600/IMAG2198.jpg) |
Kinoko Yakisoba |
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8RB76sGzKTQRlRKD4BPefDlNa2uBDOxRTX-FIsXdHJWV7cB-_m75MuNYsFv5TuucVCAIireNiVgeiMvmd_77W6FALm3ckpwq_AOpUteYuQLFvI2KZ1bUttrlJgcIInO_Nq3Pgp5DOjkDo/s1600/IMAG2200.jpg) |
Okonomiyaki al estilo Osaka |
Además de esto, deciros
que el restaurante Kote es sencillamente maravilloso. Los olores, los sabores,
son auténtico Japón. La ambientación es oriental y moderna, pero no recargada ni nada estereotipada. Y el grupo humano es joven y dispuesto, y transmite
ilusión y alegría desde que entras por la puerta. Son el fiel reflejo de la propietaria,
la Srta. Nami Fukunaga.
En cuanto a los
detalles, sabed que todo el mundo está conociéndolo ahora, por lo que suele ir
mucha gente, sobretodo en fin de semana. El martes es el día de cierre semanal,
para los despistados. Y en cuanto a la comida, nosotros no hemos visto menús, y
hemos ido a la carta, a descubrir todo su potencial, que es mucho. Los
precios no son los más baratos del mercado (entre 10 y 15 euros por plato),
pero considerando que hasta el arroz es japonés (bien lavado, como procede) se
puede considerar más que justo. Mi plato recomendado: el okonomiyaki al estilo Hiroshima,
claro.
Conclusión: decía Sabina en
una canción que, sobretodo, nunca, nunca, nos cerraran el bar de la esquina.
Siempre me hace sonreír esa frase, porque pienso al momento en un pequeño sitio, cálido, cómodo, en el que estar tranquilo y feliz. Desde
hace poco, ese lugar, imaginario en mi cabeza, ya existe. Gracias Nami. Gracias
Kote.
Un honor, un
placer, y un saludo.
Domo arigato
gozaimasu
Ps: Mi más
profundo agradecimiento a David Bastus y a Laura Sánchez por presentarnos
este lugar. Y al Kote, por hacerme volver a querer escribir en este blog. Hasta
pronto.